Arquitectos: Francisco Álvarez Abrante

                       Michel Correa Dos Ramos

                       Nuria Santos Sánchez

 

La pendiente de la parcela nos lleva a una distribución del programa en distintas piezas, adaptadas a las diferentes cotas del terreno, de forma que se reduce los movimientos de tierra y el impacto en el lugar.

 Las comunicaciones se realizan por pasos cerrados pero transparentes al paisaje, con rampas muy suaves que, por otro lado, independizan el funcionamiento de cada volumen, reduciendo el consumo de climatización a las zonas que se usan en cada estación o momento del dia: zona de día, zona de noche y zona de invitados.

La modulación de las piezas permite una ejecución sencilla con paneles portantes de madera laminada, aislamiento adosado por la cara exterior y forrado de piedra en los paramentos designados en proyecto, sistema que ha demostrado sobradamente su validez en las viviendas bioclimáticas del Instituto Tecnológico de Energías Renovales (ITER) en el sur de Tenerife y ejecutadas por PGCAN. Esto da un espesor menor a los muros, con la calidez de los materiales del lugar y todos los requisitos normativos vigentes referidos al confort y el bienestar. El hecho de no construir con hormigón sino con elementos prefabricados de madera reduce enormemente el plazo de ejecución de la obra que podría realizarse en 6 meses, factor determinante para ajustarnos al presupuesto establecido de forma que podría realizarse la obra sobre los 230.000€.

 

Los aleros y las persianas mallorquinas en los dormitorios controlan el exceso de soleamiento en verano, y si contamos además con la posibilidad de ventilación cruzada en todas las estancias se evita la necesidad de aire acondicionado. La acumulación de sol en invierno se realizará en los pavimentos de alta densidad y gran inercia térmica,  complementados con suelo radiante en momentos necesarios.